Me huelen los dedos de la mano derecha a cebolla.
Hace como seis horas trocee una cebolla con el fin de echarla en una sarten con aceite hirviendo. Pues resulta que el olor aún sigue presente, me ha acompañado todo este tiempo.
Hice un "risotto" que viene a ser como una paella pero pálida y falta de proteinas, es decir ni gambas, ni bonito, ni siquiera pollo. Además, como vino a comentar mi pareja, me quedó soso.
1 comentario:
A mí las cebollas me hacen llorar mucho.
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