En el bar del Albergue "Allucant", de Gallocanta, en ese tabloncito de corcho junto a la barra donde otros anuncian una porra, el número de la lotería o la adjudicación de las licencias de pesca, cuelga un papel en el que se escribe el número de grullas contadas cada semana desde Octubre a Marzo. Este año el máximo (30.000) había sido hace dos semanas y ahora estaban por unas 20.000 (sí, mentí).
Mirando por Internet otros censos se ve que, en general, llegan muchas grullas en Otoño que luego se van a Extremadura, quedando en la zona siempre varios miles que pasan allí el Invierno. Algunos años sin embargo el patrón es contrario: el máximo número de grullas aparece en Diciembre-Enero. Los patrones parecen muy cambiantes y dejan a la grulla como un animal desordenado y volátil que decide donde se queda y donde va según le apetezca y según encuentre grano.
Lo más curioso es que las grullas empezaron a pasar por Gallocanta a comienzos de los ochenta para asombro de los agricultores que veían como los pájaros se comían el grano recién sembrado.
¿Donde iban antes las grullas? ¿Porqué cambiaron de rutas? ¿Lo sabe Anonymous?
(Lo cual me lleva finalmente y entre paréntesis a uno de mis pensamientos recurrentes, que es el del cambio en la Naturaleza. En nuestro esquema mental la Naturaleza es estática, a lo más cíclica. Me gusta ver que no es así)
1 comentario:
Creo que ha habido otros cambios en las pautas de las grullas. Creo recordar que hasta hace poco tiempo iban a Extremadura a pasar el invierno, pero que la disminución de las áreas con agua allá les empujó a África.
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