martes, noviembre 21, 2006

The Lost Painting


Cuando estuve en Roma (hace tiempo, durante poco tiempo) la zona que más me gustó y más visité fue la más barroca del Campo Marcio y los alrededores de la Plaza Navona. Y en esta zona fui varias veces a la Iglesia de San Luis de los Franceses, no para ver la iglesia sino uno de los tres cuadros de Caravaggio que alberga, "La vocación de Mateo". Francesca (la protagonista del libro, si es que una historia real puede tener realmente protagonistas) también es visitante asidua de esa iglesia y ese cuadro.

Mis expectativas hacia los Caravaggios eran grandes, ciertamente, pero muy distintas. Estaban muy influídas por su biografía violenta, por el aspecto lúgubre de los cuadros y el erotismo soterrado que descubre en ellos Luis Antonio de Villena, por ejemplo unas meditaciones inquietantes sobre el morbo que despiertan los pies del efébico y morbosamente sucio San Juan.

Me sorprendió (y me sorprende) del cuadro esa línea que forman Cristo, el rayo de luz y Mateo. Cristo llama a Mateo y éste responde casi con sorpresa, casi con incredulidad pero entendiendo la fortuna y la gratuidad de la salvación. Creo que Caravaggio pone en este cuadro un entendimiento espiritual, y se nos dibuja un hombre más difícil, más cambiante y más torturado.

"The lost painting, the quest for a Caravaggio masterpiece". Jonathan Harr. En su género el mejor sigue siendo, en mi opinión, "La medida de todas las cosas" de Ken Alder.

Y la historia se repite.

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