
Descartes establece que, primariamente, lo único indudable es mi propia existencia (bueno, la suya, no sé). Pero esto provoca una división entre el mundo (de dudosa existencia) y yo mismo. Para salvar este problema Descartes recurre a la existencia de Dios (que demuestra con dos variaciones del argumento ontológico). Esta división que abre Descartes divide a los filósofos siguientes entre realistas e idealistas.
Ayer se me ocurrió una solución laica al problema.
Yo sé que soy y existo. Pero no sé si las cosas que veo a mi alrededor existen realmente o son ilusiones de mis sentidos, como las que vive Neo cuando está conectado a Matrix, o las cajas negras del cuento de Stanislaw Lem.
Propongo el siguiente experimento. Dirijámonos a algo que parece una nevera, o que nuestros sentidos hacen pasar por tal. Abrimos (o simulamos que abrimos) la nevera y extraemos una botella de cerveza (que realmente podría no serlo). Abrimos la botella y, en el mundo de los sentidos y de lo dudable, de los remos que parecen rotos, dirigimos su contenido hacia lo que percibimos como nuestra boca.
Hasta aquí todo es dudoso. Realmente no sé si está pasando o no porque mis sentidos pueden engañarme, como cuando intento aparcar el coche, realmente no cabe y jodo el parachoques al dos caballos de delante, que por lo que se cabrea parece que se hubiera pasado la vida en una caverna viendo sombras.
Pero a continuación sucede una cosa indudable, y es que me invade una cierta euforia, un cierto optimismo, incluso las cosas me parecen indudables... me he emborrachado. Y si lo he hecho ha sido porque de alguna manera he introducido alcohol en mi cuerpo. Y de esta manera compruebo que existe una conexión indudable entre mi homúnculo y el mundo exterior.
Es decir, "me emborracho, luego existo".
1 comentario:
1. Completamente de acuerdo con el polemarca. Este post es puro solipsismo.
2. Una de las cosas gloriosas que recuerdo del Insti fue el destrozo de Descartes q hizo mi profe de Filosofía (el ilustre Sr. Salcedo, un ateo y postnacionalista impartiendo Filosofía en el Getxo de los 80)
Descartes demostraba la existencia de Dios, si no recuerdo mal como sigue: Todo es dudoso. Todo lo que veo es finito, imperfecto e imperecedero. Pero yo tengo las nociones de infinitud y perfección y eternidad. Si no me han llegado por la experiencia me han llegado de alquien infinito y perfecto: Dios
A los que el escéptico Salcedo preguntaba: ¿Y cuáles son tus nociones de infinitud y perfección? ¿La ausencia de finitud e imperfección?
El buen viejo Salcedo...
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