A muchos autores de Ciencia Ficción no les gusta la Ciencia Ficción. O, gustándoles, les gustaría escribir de otras cosas. Y escriben sobre esas cosas y las colocan dentro de novelas de Ciencia Ficción con mayor o menor éxito. Así un amigo mío, uno que realmente triunfó, había diseñado un universo en el que las tropas del espacio tenían que usar ballestas. Sí, ballestas. No sé por qué, a éste amigo le ponían las ballestas.
Por poner otro ejemplo que comprenderan incluso los menos aficionados al tema, a George Lucas le gustaban las peleas de espadas. Así que en "La Guerra de las Galaxias" coloca los sables laser.
Otro autor de Ciencia Ficción (la conozco solo por referencias) defiende que los viajes espaciales serán clavados a los periplos de la marina británica del S.XVIII: duraciones, artillería, grumetes, etc... A este hombre le gustaría ser O'Brian. Ursula K. Leguin querría escribir "Rebelión en la granja". ¿Y Dune? Por lo menos la justificación de las batallas a cuchilladas está trabajada.
El autor de Old Man's War tiene dos referencias. Una es Heinlein. Otra es "Las chicas de Oro". Las dos líneas conviven sin tocarse. Por un lado hay una novela sobre tropas del espacio. Por otro lado (y por motivos completamente irrelevantes) los soldados del espacio son todos mayores de 75 años rejuvenecidos por el ejército espacial. No entiendo porqué lo hace, a no ser que sea (increiblemente) una excusa para permitir a los protagonistas un cinismo y un sentido del humor impropio de chavales postadolescentes (De creer al autor no hay en el mundo humor mejor que el de los hogares de pensionistas) O para que los soldados puedan sentir añoranza de su mujer, o proclamar que no hay nada como el matrimonio.
Al menos la combinación es entretenida. Me he zampado el libro en tres noches aunque supongo que lo olvidaré en otras tres.
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