Avanzo más a lo largo del libro y no resisto la tentación de contar un breve resumen:
El autor, van Creveld, defiende que la guerra tal y como la conocemos ahora (ejércitos, batallas, etc...) se basa en la teoría bélica de Clausewitz. Por intentar resumir algo muy largo en pocas líneas:
- La guerra se estructura en una triada: gobierno, ejército, pueblo, y especialmente en la separación nítida entre ellos.
- En la guerra los ejércitos se mueven hasta librar una batalla decisiva con toda su fuerza.
- Las reglas y leyes de la guerra son normas arbitrarias sin valor.
- La guerra se hace para que los gobiernos de los estados puedan conseguir sus intereses políticos con otros medios.
- La forma de vivir de las sociedades es la que moldea la guerra.
Van Creveld defiende en la primera mitad de su libro que todos los preceptos anteriores y algunos más no son leyes inmutables, sino características circunstanciales de la época en que Clausewitz escribió, la del auge de los estados nacionales. Desde 1945 hasta ahora la guerra está sufriendo un cambio radical y estos preceptos ya no son ciertos.
Desde 1945 las guerras predominantes han sido las "guerras de baja intensidad" y éstas han sido perdidas sistematicamente por el bando más fuerte, generalmente a manos de bandas de desharrapados.
La triada de Clausewitz no existirá más. En las guerras de baja intensidad pueblo, gobierno y ejército se entremezclan y se hacen imposibles de distinguir.
Los ejércitos evolucionarán para adaptarse al nuevo ambiente. Por motivos principalmente morales un bando fuerte tiende a perder una guerra asimétrica. La desproporción de fuerzas es tal que, haga lo que haga el bando predominante, siempre parecerá cruel. El otro bando, inferior, luchando por tanto por su supervivencia, tiene carta blanca para emplear cualquier medio de lucha.
Los ejércitos por tanto se reducirán y cada vez se parecerán más a las bandas de desharrapados a las que combaten. Arrastrados por este mismo movimiento o por su incapacidad para defenderse los estados nacionales desaparecerán, primero en los bordes de la civilización, donde quizás ya ni existen (Asia Central, Sudamérica, Africa) y luego en su núcleo (China, Japón, Norteamérica, Europa)
Pero aun hay textos más atrevidos, como el que discute los motivos por los que se luchan y se lucharán las guerras. El autor defiende que las guerras NO se libran por el interés de las naciones, pero tampoco se libran ni se librarán por el de otro tipo de organizaciones (iglesias, tribus...). Lo que anima al combatiente individual son motivaciones más irracionales siendo la principal de ellas que al hombre, en el fondo, realmente, le gusta la guerra. Van Creveld repasa la Historia para mostrar la fascinación y la atracción de la guerra, no tanto como el acto de matar gente sino el de arriesgar la propia vida en una competición sin límites contra otra inteligencia. Concluye Van Creveld "Cuando Homero anuncia que escribe su obra para narrar las hazañas de los hombres, no se refiere a la cría de aves de corral."
Esta última idea (la guerra es un fin "per se", sin intereses) es osada y seguramente falsa. Pero no deja de ser planteable. Tomemos nuestra variedad local de guerrilleros desharrapados, los etarras. En teoría luchan por la implantación de un estado idílico marxista-pastoril. Pero ¿hay algún plan hecho para este estado? ¿Tienen ya, no digo libros, no digo documentos, al menos un powerpoint describiendo como será este estado, cómo vivirán en él felices y contentos los Hijos de Aitor? No, no hay nada, y si lo hay es irrelevante frente a la producción literaria y mediática que genera la propia lucha.
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