Jon Juaristi cuenta en "El bucle melancólico" como formaba parte de su mitología familiar ultranacionalista la historia de aquel abuelo que había luchado y muerto en las guerras carlistas y había muerto. Su cadáver volvió a la casa familiar "envuelto en la bandera". Siendo ya adulto Juaristi vivió una especie de iluminación cuando se dio cuenta de que aquella bandera de la historia... ¡era la bandera española!
A mí me pasó algo parecido anteayer.
Oí una radio lejana caminando por la calle. Me acordé inmediatamente de la sintonía, era la del programa de fútbol que oiamos en el coche los domingos por la tarde atascados en la nacional I. Anunciaban "Slips y calconcillos Jim" y "Nuestros hombres beben, beben Soberano, porque Soberano es cosa de hombres". Lo presentaba Joaquín Prats y se llamaba "Carrrrrrruuuuuuuseel Deportivoooooo".
¡Dios mío! ¡Yo de pequeño oía la SER!
3 comentarios:
Así que escuchabas la SER de pequeño...
Podrás entender ahora la gélida sensación que me recorre el espinazo cuando veo mi foto de la primera comunión.
Creo que si mandas una carta firmada por dos testigos adultos te borran de sus registros. De los de la SER, digo.
Un abrazo
Así que escuchabas la SER de pequeño...
Podrás entender ahora la gélida sensación que me recorre el espinazo cuando veo mi foto de la primera comunión.
Creo que si mandas una carta firmada por dos testigos adultos te borran de sus registros. De los de la SER, digo.
Un abrazo
No estoy de acuerdo con Juanma. Un socialdemocrata nunca, NUNCA, N-U-N-C-A apostata.
En general, puede tomar una de las siguientes opciones:
1. Continúa clamando que "la verdadera izquierda no es esta panda de mangantes. Estos realmente lo que son, es de derechas." Y sigue releyendo a Marcuse (o a Bové, o a Ramonet, según la década).
2. O arguye "Yo sigo siendo de izquierdas. Es decir, que me preocupo por la gente, no por el dinero" Y luego sigue ganando dinero.
3. O cambia, y le encanta el "mercado" porque dice: "Es que a mi, como cuando era socialdemocrata, me importan los pobres, lo que pasa que sólo el mercado ayuda a los pobres".
4. O cambia, y no le encanta el mercado y dice "Sí, sí, si el partido es un desastre, pero yo no voy a votar a estaaa dereeeeshaaaa (montón de adjetivos, allegro)"
Porque un ex-socialdemócrata siempre, siempre.. "en un rincón del alma guarda la pena que le dejó Willy Brandt. En ese rincón del alma se duerme aquel poema que Victor Manuel escribió."
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