Ayer quedamos para tomar unas cervezas Donde Siempre. No había raciones rebajadas así que después de los vetos (las alitas, la oreja y la morcilla) elegimos patatas bravas y rabas. Al salir el jefe nos invitó, como siempre, a una ronda más. Le explicamos que ya no apetecía así que a cambio nos descontó los últimos dobles (o los primeros, no sé).
Hablamos, logicamente, del europeo de naciones y de la victoria de España. De ahí a la antropometría. Los jugadores alemanes eran mucho más altos que los españoles, se veía pateticamente en las imágenes de los saludos iniciales en que los jugadores españoles llegaban justamente a la altura de la tetilla de los alemanes.
Puede ser un tema fisiológico. Los cuerpos grandes tienen menor relación entre superficie y volumen lo cual les permite retener mejor el calor en los climas fríos. A cambio los climas calientes favorecen cuerpos menores más fáciles de refrigerar.
En el año 533 Belisario derrotó a los vándalos y ocupó su capital, Cartago. Cuenta Asimov (creo, lo cito de memoria, no he podido verificarlo en Internet) que cuando los guerreros vándalos volvieron a la ciudad, derrotados y prisioneros de los romanos sus mujeres salieron a las calles a increparlos. Les parecía indigno haber sido vencidos por unos hombres tan pequeños.
Pero no son tan altos, puntualizó el señor R. con inesperada erudición. Lahm por ejemplo es bajito.
1 comentario:
En cualquier caso, es un orgullo haber vencido a las demás naciones de Europa, ese continente donde la ciencia y la cultura resplandecen, no como los americanos que son unos ignorantes:
http://www.youtube.com/watch?v=42xykzW27Q4
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