jueves, abril 19, 2007

La Matanza de Virginia

Todas las matanzas ocultan una historia. La señorita M. opina que aquí se oculta una historia de amor (y celos). Según ella este chico encontró en un dormitorio juntos a una chica, de la cual estaba enamorado platonicamente, y a un chico. Los mató y luego se dejó llevar por la furia asesina. Sería algo así como un Menelao pequeñito y coreano, nada que no haya pasado antes.

Lo que es importante es que los americanos aprendan varias lecciones de una vez por todas:
- Lo primero el control de armas. Si cualquier otro estudiante hubiera llevado esa mañana un arma de calibre medio, semiautomática, idealmente un rifle de asalto, la tragedia no hubiera sucedido.
- Las universidades españolas pueden ser peores pero eso sí, son más seguras. Ningún estudiante español tiene iniciativa o capacidad de planificación para montar un lío así, en plan Menelao pequeñito.
- En tu lugar de trabajo identifica y controla siempre, siempre, a los individuos susceptibles de ser arrastrados por la furia asesina. Procura no darles la espalda.
- ¿Para cuando una normativa sobre puertas a prueba de balas?

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