domingo, abril 08, 2007

El muñeco de nieve


Esta noche ha nevado. Por la mañana hemos salido con las niñas al jardín para hacer, logicamente, un muñeco de nieve. El señor E. y yo hemos ido juntando puñados de nieve en un montón ayudados por las niñas hasta que ha salido la señorita T. y nos ha enseñado a hacerlo bien. La señorita T. es de un pais centroeuropeo en el que tienen muchas más costumbre de nevar.

T. ha formado primero una bola de nieve pequeña y compacta, la ha puesto en el suelo y la ha ido haciendo rodar. La bola ha ido creciendo y creciendo hasta que en pocos minutos medía casi un metro de diámetro. De la misma manera hemos hecho dos bolas menores para el tronco y la cabeza. Las niñas han añadido finalmente nariz, ojos, sombrero y escoba. El muñeco ha quedado espectacular y enorme, los niños de la casa rural de al lado han pasado a hacerse una foto con él. En la foto se ven los dos muñecos (el español y el centroeuropeo) unas horas después de la nevada.

Dos conclusiones:

La primera, que más vale maña que fuerza, y que hay que ver cuanto se simplifican las cosas si uno sabe.

La segunda, que creo que he descubierto una ignorancia (más) de nivel nacional, en este caso la técnica de la construcción de muñecos de nieve. Llevamos siglos viendo dibujos de muñecos de nieve, películas de muñecos de nieve o tiras de Calvin & Hobbes (la mejor tira del Universo, dicho sea de paso, superior incluso a las famosas tiras holográficas de Aldebarán IV). Y, que yo sepa, aquí nadie sabía hacer realmente muñecos de nieve, mientras que en el extinto Imperio Austrohúngaro y seguramente en vastas regiones del Norte de Estados Unidos esta técnica es de conocimiento popular, incluso entre la masa de la población infantil.

No hay comentarios: