domingo, febrero 28, 2010

viernes, febrero 26, 2010

Lo mas triste del mundo

La segunda cosa mas patetica del mundo es ser un emocionado de tu propio coche. Lo mas triste del mundo es estar emocionado con el movil. Yo en particular estoy que no cago con mi e72.

Cervezas

Pues no hay nada en la vida tan tranquilo y hermoso como quedar con los amigos alrededor de unas cervezas.

domingo, febrero 21, 2010

Exposición: Tesoros de las Culturas del Mundo

Las exposiciones tienen que tener un tema. Esta exposición (Tesoros de las Culturas del Mundo, Centro de Arte Canal, Madrid) no lo tiene. Se trata de una serie de objetos cedidos por el Museo Británico. Los objetos, por si solos o en grupitos, son indudablemente importantes e interesantes (pienso en las hachas de Olduvai, el ajedrez vikingo, las armas romanas...). Así todos juntos forman un batiburrillo de cacharrería varia. Es imposible formarse una idea de algo al terminar de recorrerla.

Lo peor de la exposición no es su falta de lógica sino su público. Deplorable. Domingo por la mañana, llueve, no podemos ir a la terracita ni a tomarnos el asado así que vamos a la exposición que salía en la tele. Vaya. Señoras de las de culazo va, culazo viene, pegamos la nariz en el cristal. Señores que hacen corrillo para charlar recostados en la cristina con las figurillas sumerias. Y... ¡adolescentes!

Al salir de la trampa de la tienda respiro aliviado, e intento dejar en mi mente solas las hachas de Olduvai. O las figuritas vikingas. O las esculturas contemporaneas... Caos y olvido.

Hasta aqui llego el plan E

Este es el punto exacto del pavimento español en que se acabo la pasta. Hasta aqui llego el Plan E.
Aspirando el suelo. En estado de "flow".

viernes, febrero 19, 2010

Dava Sobel. Longitud.

Un libro corto y sencillo narrando la historia del cálculo de la longitud. A lo largo de los siglos XVII y XVIII se hicieron grandes esfuerzos en Europa para ofrecer a los navíos una manera de calcular su longitud (la latitud la calculaban con facilidad viendo la altura que tomaba el sol al mediodía o la estrella polar sobre el horizonte). Se llegó a convocar un concurso en Inglaterra con un gran premio económico. El ganador (relativo al menos) y protagonista de la historia fue John Harrison, un relojero, que construyó un reloj lo bastante preciso como para mantenerse en hora en una travesía marina de varias semanas. Al libro le sobra una puntina de maniqueismo con los astrónomos (defensores de usar mediciones astrales). Afortunadamente no tiene nada del rollo positivista de "The ghost map". Si el autor hubiera querido extenderse podría haber seguido, eso sí, cualquiera de las decenas de hilos que quedan colgando en esta historia de técnica y navegación.

martes, febrero 16, 2010

Libros favoritos para niños

(La idea es actualizar esta entrada con los que me gusten más)

Hasta tres años. Libros para morder.
La pequeña oruga glotona
El pequeño agujero
El gran libro de los colores

Hasta cinco años. Para leérselos.
Soy el mas fuerte
Siete ratones ciegos
Perdido y encontrado
A qué sabe la Luna
Clara y Asha
Que hace mi osito cuando no estoy
El comenoches
Frederic
Nadarin
Me comería un niño
Los tres bandidos
Adivina cuanto te quiero
Donde viven los monstruos
Elmer
Julieta, estate quieta
Jaime y las bellotas
Inés del revés

Desde 4-5 años. Para que lean.
La serie de "Osito"
La serie de "Sapo y Sepo"
Historias de Miguel

lunes, febrero 15, 2010

Contra el pacto

Estoy en contra, estoy horrorizado con la posibilidad de un pacto de estado sobre la Economía. Eso quiere decir quiere quitar dinero a las clases medias en vez de empezar por quitarle hasta el último euro a los almodóvares y amenábares. O, si se trata de recuperar la confianza de los inversores extranjeros, de convocar elecciones generales y no concurrir a ellas.

Michael Herr. Dispatches.

Este libro es una recopilación de largos artículos de un corresponsal en la guerra de Vietnam. Son artículos muy subjetivos, incluso líricos y vividos con mucha intensidad. Librazo.



Sorprendentemente Herr y sus compañeros tenían una libertad completa para subirse y bajarse de los helicópteros militares, ir y venir, unirse a una unidad o a otra. Podían estar una noche colocados y borrachos en su hotel de lujo de Saigon, y la mañana siguiente aplastados en el barro bajo las balas.

El retrato de Herr es idéntico al de "Apocalypse Now" o "La chaqueta metálica". ¿Es que Vietnam era así? No lo sé. El libro de Herr fue muy importante en su momento y sirvió de modelo a Coppola y a Kubrick (excepto la frase "me encanta el olor del Napalm por la mañana". Eso es de Milius, el de "Conan")



O sea, la visión que todo el mundo tiene de la guerra de Vietnam procede en buena parte de los ojos de una sola persona, un reportero que pasó buena parte de la guerra drogado y la postguerra deprimido. No sé si la guerra de Vietnam marcó su época, o más bien la época marcó a la guerra. Leyendo el libro me ha parecido oir, conitnuamente, a The Doors.

Por último, un momento Van Creveld. Una revista progresista le pide a un colega de Herr, Tim Page, un artículo desvelando "la falta de glamour de la guerra real". A Tim Page le da un ataque de risa: "... ¿puedes quitarle el glamour a un Cobra o a colocarse en China Beach?. Es como quitarle el glamour a un M-79..."



Nota paramilitar: A través del agujero del libro la guerra de Vietnam NO ES una guerra de guerrillas. Los norvietnamitas rodeaban con cuatro divisiones y bombardeaban con artillería a los americanos en Keh Sahn. Lo que faltó a los americanos en toda la guerra era la superioridad de inteligencia que han tenido desde entonces. También faltó, parece, una oficialidad fuerte con capacidad para controlar a los soldados. Y una política clara sobre (o contra) la prensa (la clave en una guerra como la de Vietnam no era el campo de batalla, sino las ganas de seguir luchando de los americanos).

domingo, febrero 14, 2010

A favor de la tecnolgia

Desde lo de internet, hace ya chorron de años, no ha habido grandes avances tecnologicos... Hasta hoy, bueno, hasta ayer que adquiri dos Valvulas Compactas para cisterna con alimentacion inferior. Y es que, coincidireis conmigo, no hay invento tan complejo para labor tan simple como el de la cisterna del water.

Año nuevo chino

He ido con las niñas a la celebracion del Año Nuevo chino en la plaza de España. Tiendas y bailes del colegio chino. Ha empezado el año del tigre y por eso este año, les explico a las niñas, cuando os desperteis los sabados a las 8 de la mañana, teneis que taparos y volver a dormir un ratito.

sábado, febrero 13, 2010

Contra Belen Esteban

Ayer vislumbre a Belen Esteban en la tele. ¡Pobrecilla! Se esta ganando el titulo del Michael Jackson español. Lo mejor es que el cirujano encima presume de la asimetrica carniceria.

viernes, febrero 12, 2010

Anuncio en la biblioteca, planta infantil

El lema de algo llamado Fundacion Sexpol (casi no se lee) es "el conocimiento sexual nos hara libres", como en el cartel de Auschwitz. Y os juro que el otro membrete es del ministerio de asuntos sociales.

Sobre la arquelogía extensiva

Ya comenté en su momento que el Plan E había alcanzado a la arquelogía. Esta es la foto.


Este es el lugar (la googlefoto es anterior a la excavación total)


Ver mapa más grande

La camisa de monte


Hemos jubilado mi vieja camisa de monte.

miércoles, febrero 10, 2010

Contra Móstoles

O sea, que estamos en una Emergencia Nacional pero nadie dice muy a las claras porque. Parece que los medios han consensuado no contar claramente lo que, por otro lado, todo el mundo sabe, y es que España no consigue vender su deuda. Números (en miles de millones de euros)
- Valor total de España (cálculo mío): 20.000
- PIB anual: 1.000
- Gasto público: 400
- Deuda pública total fin 2010: 620 (556 del estado)
- Interés deuda 2010, 25 aprox.
- Emisión de deuda en 2010: 211 (135 para refinanciar, 75 de nueva deuda)
- Coste del Plan E. 12.
- Precio de Cristiano Ronaldo: 0,1.

Según mis cálculos, si nadie compra deuda de España en los mercados deberiamos vender en eBay alguna ciudad de unos 200.000 habitantes para cubrir nuestras necesidades de financiación. Por ejemplo, Móstoles. Yo no lo veo tanto problema.

Exposiciones. Wyndham Lewis.

He ido con las niñas a ver la exposición famosa de los impresionistas (Mapfre). Hemos llegado a las 10 aparcando en Chueca, harleys y vómitos. Encontramos una cola muy corta y me digo "ahora mismo abren y entramos". Pero la señora de delante (¡me esprintó para llegar antes!) me pregunta que cómo voy a esperar una hora con las niñas, que no abre hasta las 11. Que no, que abre a las 10. Que no, que a las 11. Me acerco a la puerta y no, no abren hasta las 11. La señora se ofrece a guardarnos el sitio mientras paseo con las niñas pero yo, frustrado y cabreado, prefiero marcharme.

Nos vamos a la Fundación Juan March a ver la exposición sobre Wyndham Lewis, un, diría yo, cubista británico. Curioso. Mezclas un inglés con la vanguardia más rabiosa, los que pintaban desnudos a sus amantes eslavas. Te sale una "vanguardia de un hombre" algo oscura y organizadamente modesta, me ha hecho pensar en Mr. Roper, en pantuflas y moquetas. También me ha recordado a este cubismo triste del norte de España en los años 50.

La exposición está muy bien montada. Han puesto todos los tabiques interiores en ángulo, como las líneas de los cuadros del autor.

viernes, febrero 05, 2010

Fearless (The Lost Fleet, Book 2). Jack Campbell.

La vida en la marina británica del S.XVI debía de ser muy monótona: reunión de oficiales, navegación, combate, reunión de oficiales, etc... Los escritores que la retratan (Patrick O´Brian, Scott Forester) se empeñan en transmitir al lector esta mononotonía: reunión de oficiales, navegación, combate, reunión de oficiales, etc... Los escritores que, queriendo escribir sobre la marina británica no pueden y tienen que poner las fragatas en el espacio (y es el caso de este libro) también se empeñan en transmitir al lector esta rutina: reunión de oficiales, salto hiperespacial, combate, reunión de oficiales...

Ojo, libro ligero y entretenido, incluso absorbente. Me lo he leido en tres días.

El tema principal es o debería ser la tensión entre Jack Black Geary (que continúa en su camino de perfección, ahí es mucho más realista el Aubrey de O´Brian) y Falco, un heroe de guerra rescatado de un campo de prisioneros. El escritor está blandito y no la prolonga. Yo me he alegrado porque se me hacía incómoda, me recordaba demasiado a la patológica insubordinación de mis colegas.

El tema de fondo (el motivo de la guerra) evoluciona lentamente pero con interés. A este ritmo tardará veinte libros en resolverse.

Luego hay un rollito romántico que queda un poco triste. La ciencia ficción es cosa de adolescentes sebosos crónicos. El romanticismo (¡con sexo!) está fuera de la discusión.

Bueno, me compraré el siguiente, seguro.

martes, febrero 02, 2010

con mi e 72

Estoy estrenando mi e72, lo mas parecido a una blasberry sin ser blasberry

Contra Holden Cauldfield

Yo soy un poco pedorro, confieso que me gustó "El guardián entre el centeno", supongo que lo leí a la edad adecuada.

Hace unos meses el NYTimes analizaba cómo había envejecido la novela. Según el artículo los adolescentes americanos no comprenden a Holden Cauldfield, les parece un tipo deprimente y aburrido, un colgado.

El artículo explica que en 1949 los adolescentes se movían en una tierra de nadie, no eran todavía adultos pero todavía no eran niños y el mundo no estaba preparado para esa situación intermedia. Hoy en día hay una industria milmillonaria dedicada al entretenimiento de los jóvenes. Los jóvenes se encuentran en un mundo preparado a su bebida, digo, a su medida.

Ahora, y esto me lo digo yo, igual el mundo ahora está más preparado para los muchachos que para los adultos, con sus brevísimos mensajes, los colores centelleantes, y las ínfimas expectativas sobre la inteligencia y la responsabilidad de los ciudadanos.

Bill Fawcett. Cómo perder una batalla

Esta es una antología de batallas perdidas por error. A cada batalla se le dedican pocas páginas, de cuatro a diez, con sus circunstancias estratégicas y tácticas.

La selección de los episodios es interesante. Algunas son indudables cagadas: Cannas, Carras o el asalto a Petersburg (la batalla del cráter en Cold Mountain). Otras como Austerlitz o Stalingrado, podrían estar en cualquier recopilación de Grandes Batallas de la Historia. Se podría concluir que en general las batallas (o muchas de ellas) las ha ganado el que cometió menos errores. Sería una especie de visión clementista de la historia militar.


Por otro lado queda el lector con la sensación de que el principal error o motivo de error es el exceso de confianza en la capacidad propia o en la debilidad ajena. ¿Debería grabarse sobre las puertas de las academias militares alguna alabanza de la prudencia del tipo "El miedo guarda la viña"? ¿O está reñida la prudencia con la brillantez?