lunes, febrero 15, 2010

Michael Herr. Dispatches.

Este libro es una recopilación de largos artículos de un corresponsal en la guerra de Vietnam. Son artículos muy subjetivos, incluso líricos y vividos con mucha intensidad. Librazo.



Sorprendentemente Herr y sus compañeros tenían una libertad completa para subirse y bajarse de los helicópteros militares, ir y venir, unirse a una unidad o a otra. Podían estar una noche colocados y borrachos en su hotel de lujo de Saigon, y la mañana siguiente aplastados en el barro bajo las balas.

El retrato de Herr es idéntico al de "Apocalypse Now" o "La chaqueta metálica". ¿Es que Vietnam era así? No lo sé. El libro de Herr fue muy importante en su momento y sirvió de modelo a Coppola y a Kubrick (excepto la frase "me encanta el olor del Napalm por la mañana". Eso es de Milius, el de "Conan")



O sea, la visión que todo el mundo tiene de la guerra de Vietnam procede en buena parte de los ojos de una sola persona, un reportero que pasó buena parte de la guerra drogado y la postguerra deprimido. No sé si la guerra de Vietnam marcó su época, o más bien la época marcó a la guerra. Leyendo el libro me ha parecido oir, conitnuamente, a The Doors.

Por último, un momento Van Creveld. Una revista progresista le pide a un colega de Herr, Tim Page, un artículo desvelando "la falta de glamour de la guerra real". A Tim Page le da un ataque de risa: "... ¿puedes quitarle el glamour a un Cobra o a colocarse en China Beach?. Es como quitarle el glamour a un M-79..."



Nota paramilitar: A través del agujero del libro la guerra de Vietnam NO ES una guerra de guerrillas. Los norvietnamitas rodeaban con cuatro divisiones y bombardeaban con artillería a los americanos en Keh Sahn. Lo que faltó a los americanos en toda la guerra era la superioridad de inteligencia que han tenido desde entonces. También faltó, parece, una oficialidad fuerte con capacidad para controlar a los soldados. Y una política clara sobre (o contra) la prensa (la clave en una guerra como la de Vietnam no era el campo de batalla, sino las ganas de seguir luchando de los americanos).

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