miércoles, diciembre 31, 2008

Dos días en la sierra con las niñas

Creo que decía un antiguo Califa, creo que español (es lo que tiene no tener Internet Aquí y Ahora) que moría satisfecho porque en toda su vida había sido feliz tres días, aunque no completos ni seguidos.

Este comienzo de las vacaciones me ha dado algunos minutos de mis tres días y, al igual que el califa, quiero anotarlos para mi futura y breve contabilidad existencia: veinte minutos esta mañana jugando al "nudo borregudo" a pelotazos y cosquillas en su cuarto, media hora jugando a esconder cosas con la menor mientras la mayor hacía sus primeros juegos en el ordenador, quince minutos viéndolas jugar en la plaza del pilón nevada y media hora leyendo a Hans Kung ("¿Vida eterna?") mientras las niñas echaban la siesta.

Factores comunes: previsilidad, insignificancia, sencillez.

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