Buscando un libro del Guadarrama de Eduardo Martínez de Pisón me equivoqué y me compré una recopilación de textos sobre Guadarrama de Constancio Bernaldo de Quirós.
Lo bueno de vivir en un desierto cultural es que cualquier amateur con un poco de interés puede sentar cátedra simultáneamente en media docena de temas. Eso es lo que le envidio a Don Constancio, un chico bien de la Institución Libre de Enseñanza que fue un ilustre criminalista y miembro fundador de la sociedad Los Doce Amigos, luego Club Peñalara.
El libro es una recopilación de sus textos sobre Guadarrama, con algún momento cutre y autonómico, como cuando de un libro cogen solo la parte que habla de Guadarrama, y con varios momentos repetitivos porque el hombre, al fin y al cabo, repetía en distintas publicaciones lo que sabía.
Curioso, por un lado, ver como ha cambiado la sierra en menos de cien años, desde aquellas excursiones por pueblos remotos y salvajes. Por otro lado como Don Constancio fijó en muchos temas el canon del conocimiento sobre Guadarrama. Don Constancio era un hombre de opinión alegre, muchas veces gratuita como corresponde a un aficionado a la toponimia y muchas cosas que aventuró de manera poco, digamos, trabajada, han quedado como verdades inmutables que las guías de montaña y los folletos de promoción del turismo han repetido a pies juntillas hasta ahora. Porque hemos salido del desierto para quedarnos en la paramera.
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