domingo, diciembre 04, 2005

Gadow. Por la montaña de Cantabria.


He acabado de leer un título encantador. "Por la montaña de Cantabria" de Hans Friedrich Gadow, un escritor prusiano, residente y trabajador en Inglaterra, de finales del S.XIX. Un viajero victoriano de los que vinieron a investigar España descubriendo un mundo completamente exótico para ellos. El libro recoge sus viajes por Cantabria, por la zona de la Liébana, en que actuó como lingüista, etnólogo, zoólogo, botánico, geógrafo y cazador, todo de una vez.


El libro se disfruta mucho. La escritura es rápida y ligera. Mezcla detalles humanos con notas de erudición (y a veces de ignorancia) del autor.


Me gustan sobre todo dos cosas:


Por un lado me gusta esa autosuficiencia victoriana, esa mirada un poco de arriba a abajo, a la vez inocente y resabida. El viajero victoriano tiene fé en sus ideas y en sus valores. Para él los valores funcionan realmente como tales. Esto le da una gran solidez moral. Sus libros de viajes resultan, especialmente atractivos porque no tiene escrúpulo en mostrar lo que ve desde una perspectiva propia. (Ver "La Edad del Diamante" de Neal Stephenson).


Además tiene una confianza en sí mismo, en su conocimiento y en su ignorancia enorme. Gracias a ello no tiene problema en asombrarse ante lo nuevo, no se avergüenza nunca de su asombro ni de su curiosidad, es atrevido al preguntar y escribe claramente lo que le parece lo que ve: lo bonito, lo feo, lo sucio, lo limpio, lo cómodo y lo incómodo. El lector lee lo que él mismo pensaría al llegar a esos lugares.


En segundo lugar, mientras que en "La Biblia en España" George Barrow mostraba un pais salvaje y extraño para nosotros mismos, la Liébana que recorre Gadow es mucho más cercana. He recorrido con un amigo pie estos parajes y las gentes, los pueblos y las montañas que describe Gadow me son familiares y cercanas. Frente a la brutalidad de la España de Barrow, la de Gadow es un pais entrañable y reconocible.


Lo peor con mucho es el recorte provinciano y cicatero que ha hecho el editor al libro. En el original Gadow describe un viaje por Alava, Asturias, León y Cantabria. El editor (Fundación CDSC y Gobierno de Cantabria) con una reseñable estrechez de miras ha traducido y publicado exclusivamente los textos que se refieren a Cantabria. El recorte es ridículo. Un capítulo queda cortado por la mitad, cuando el viajero llega a León. De otro capítulo se extraen dos párrafos, en que el autor describe un veloz viaje de Asturias a Bilbao, y se convierten en una nota a pie de página del capítulo siguiente. Y los demás capítulos, en que el autor describe hechos que suceden fuera de las fronteras actuales de Cantabria, se suprimen.


Este recorte provinciano y mísero no es un hecho aislado, claro. Es una muestra más de la tontería que se va extendiendo desde algunas regiones al resto de España.

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