Supongo que ya conocéis la historia. Un cineasta español estrena una película sobre un cura que no es marxista ni pederasta. El cura murió joven. Era aficionado a la montaña y tuvo un accidente descendiendo del Moncayo después de unos ejercicios espirituales con las monjas del monasterio de Veruela. Al principio la película se estrena en muy pocas salas pero luego por el boca a boca y la demanda del público se va estrenando en más hasta que llega a ser una de las películas españolas que alguien ha visto este año.
Al rebufo de la película editan este libro. Se trata de la transcripción de esos últimos ejercicios impartidos en Veruela. Me han regalado el libro y me ha sorprendido muy agradablemente. Su lenguaje es directo y sencillo, sembrado de anécdotas ligeras y muy asequible a la ligereza cerebral del lector moderno. Supongo que hay que agradecérselo no sólo al autor sino también al transcriptor. El mensaje es un auténtico refresco para el espíritu y me cuesta tabularlo. Sólo señalo en particular la sencillez y rotundidad de su mensaje sobre la muerte.
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