viernes, octubre 22, 2010

Gerhard Wirth. Alejandro Magno.

Nosotros no somos del famoso "plan antiguo" sino del siguiente, del de COU. Aunque tuvimos una educación (no como los siguientes, los de ESO) esta tenía tintes de la moda marxista. Por ejemplo, la Historia era una especie de máquina científica en que el héroe o el individuo tenían un papel, como mucho, simbólico. Así que no nos enseñaron nunca esos millones de anécdotas que trufan la historia Clásica.

Esta vida de Alejandro Magno es más para lectores "del plan antiguo". Habla de "el bien conocido episodio de Egipto", "las incidencias en la toma de Tiro", "las intenciones de Alejandro en Gordio"... Lástima. El resto del libro, muy bien, muy entendible, es una afirmación rotunda del valor del individuo. Se organiza el libro en una serie de tres ciclos temporales cada vez más amplios, un poco como "Los idus de Marzo". Se hace corto y se echan de menos esos episodios, las anécdotas legendarias, que al menos definen la imagen que dejó Alejandro en la Historia.


Un par de cosas que sorprenden más. Por un lado esa pasión de Alejandro por llegar al fin del mundo. Que grandeza hay en querer llegar hasta el final de la ambición. Como Sarkozy en "El Alba..." cuando dice "Tengo curiosidad por saber que hay más allá de la ambición".

Otra: veo en la televisión imágenes de Afganistán y Turkmenistán. ¿Por qué Alejandro o los persas querían llegar allí? ¿Qué había, además de piedras y piedras? ¿Cómo eran aquellas Alejandrías inverosímiles? ¿Eran de verdad ciudades o cuatro casas con un griego y dos indígenas? ¿Cómo eran visibles? Se debería estudiar mejor la climatología antigua para relacionarla con la Historia.

Por último: el libro habla de la inevitabilidad de la caída del imperio persa por ser demasiado grande y demasiado laxo. Sin embargo creo que nuestra época y la suya muestran que esos imperios amplios, laxos, multirraciales (pienso en el Imperio Austro Húngaro) aportan una paz y estabilidad que desaparecen cuando los bárbaros extranjeros (Alejandro, Wilson) los destruyen.

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