No es mi intención hacer de este blog uno de esos "bookmarkblog" que recopilan y enlazan noticias interesantes de la red. Pero ésta (NYTimes, login requerido) vuelve sobre un tema que ya habiamos hablado.
En resumen, en Suiza ha dejado de haber precio fijo en los libros.
Parte del morbo de la medida suiza es que impacta en las zonas fronterizas de alemania.
Otra buena parte del interés del artículo son también los comentarios que despierta entre los lectores americanos, a los que la existencia de un precio fijo les parece algo realmente increible.
Lo que me ha parecido más curioso es el impacto en los propios precios de los libros. Los best-sellers están bajando el precio. Y a cambio los worst-sellers (digamos) han subido de precio. Lo cual impacta luego, en principio, en lo que realmente la gente lee. Deberían leerse más los best-sellers y menos los otros libros, por buenos o malos que sean.
¿O no?
Opinaré en la sección de comentarios.
jueves, octubre 25, 2007
viernes, octubre 19, 2007
Retiro Orkestar
"Beirut" (Zach Condon) confiesa su amor por las orquestas balcánicas. Encontré ésta el Domingo pasado, a mediodía, en el Retiro, junto a la Fuente de la Alcachofa.
miércoles, octubre 17, 2007
Chuarcenaguer
El hecho de que digamos mejor "Chuarcenaguer" que "Yusep Yuis Vélez Díez" no demuestra que no amemos a los catalanes, demuestra que sabemos más inglés que catalán. Lo cual es lógico.
Por otra parte leo en elmundo.es y veo en youtube (no vi el programa en directo, como demostraré soy aprensivo al mismo) la respuesta de Carod a una pregunta sobre su catalanidad: "Yo soy catalán porque quiero serlo."
Me parece una respuesta antológica no por el chiste fácil ("los de Bilbao nacemos donde nos da la gana") sino por lo acertada, porque resume en una sola línea el origen y mecanismo de los nacionalismos. Porque como decía Jose Antonio y la "formación del espíritu nacional" la nación no se fundamenta en unas determinadas tradiciones (reales o inventadas) sino en la voluntad de sus miembros (o al menos de un número militarmente signficativo) de construir el futuro en común.
Remata Carod: "La adscripción de una persona a un pais depende siempre de la voluntad". En "El bucle melancólico" Jon Juaristi cuenta el terrible problema de los nacionalistas vascos de mediados del XX, que en su mayoría no sólo no hablaban vascuence sino que ni siquiera eran vascos, y como lo salvaron los ideólogos de ETA proclamando que vasco era todo aquel que quería serlo. Esta idea es desde entonces una constante en todos los textos nacionalistas.
lunes, octubre 15, 2007
Corre Conejo
El hilo de mi discurso debería arrancar, quizás, en la teoría de los 2.500 libros. No me iré tan lejos, sólo hasta una de esas listas de "Los mejores libros de ...", una que generó en su momento el NYTimes. Voy intentando leer los primeros libros de esa lista (supongo que tan arbitraria como cualquier otra, pero una referencia al fin y al cabo) y así acabo de terminar el primer libro de la saga de "Conejo", de John Updike.
He encontrado el libro curiosamente envejecido. Algunas cosas que deberían ser chocantes en 1960 ya no lo son ahora. Así, el hecho funfamental de la novela, la fuga de conejo abandonando a mujer e hijos es hoy pasmosamente intrascendente. Otras cosas que en su momento serían de realismo social (gente que fuma delante de niños, una mujer embarazada o lactante que bebe alcohol) son en 2.007 tan impactantes como una escena de mutilación en Ruanda.
Conejo es un gilipoyas vanidoso, afortunadamente no logra despertar en el lector (al menos en mí) la misma simpatía que entre sus congéneres. Pero su instinto de huir es reconocible y, supongo, universal, como el de taparnos la cara con las manos cuando vemos jugar a la Selección.
Me gustaría elucubrar también si la novela es antiexistencialista. Incluso en un lugar tan absurdo como Brewer la vida de Conejo tiene un sentido: cuidar de la tonta de su mujer y de sus hijos. Cuando Conejo siente los fundamentos de la vida humana (por ejemplo el nacimiento de un hijo o las relaciones con su madre) se le disipan las dudas y la inconsistencia. No sé si en cierto modo y por convergencia evolutiva Updike es un vitalista.
He encontrado el libro curiosamente envejecido. Algunas cosas que deberían ser chocantes en 1960 ya no lo son ahora. Así, el hecho funfamental de la novela, la fuga de conejo abandonando a mujer e hijos es hoy pasmosamente intrascendente. Otras cosas que en su momento serían de realismo social (gente que fuma delante de niños, una mujer embarazada o lactante que bebe alcohol) son en 2.007 tan impactantes como una escena de mutilación en Ruanda.
Conejo es un gilipoyas vanidoso, afortunadamente no logra despertar en el lector (al menos en mí) la misma simpatía que entre sus congéneres. Pero su instinto de huir es reconocible y, supongo, universal, como el de taparnos la cara con las manos cuando vemos jugar a la Selección.
Me gustaría elucubrar también si la novela es antiexistencialista. Incluso en un lugar tan absurdo como Brewer la vida de Conejo tiene un sentido: cuidar de la tonta de su mujer y de sus hijos. Cuando Conejo siente los fundamentos de la vida humana (por ejemplo el nacimiento de un hijo o las relaciones con su madre) se le disipan las dudas y la inconsistencia. No sé si en cierto modo y por convergencia evolutiva Updike es un vitalista.
jueves, octubre 11, 2007
viernes, octubre 05, 2007
Mi punto cero atómico
Como decía La Carretera cuenta la historia de un viaje a través de una américa postnuclear.
Antes de leer La Carretera terminé Microserfs de Douglas Coupland. De Coupland sólo había leido un libro antes, hace ya mucho: Generación X. En Generación X el protagonista habla de su "punto cero atómico", el sitio en el que se imagina en el momento de un ataque nuclear.
Yo, hasta 1989, era un chaval bastante, hm, nuclear. Cuando los americanos invadieron Grenada me asomé a la ventana para, al menos, ver caer las cabezas de los MIRV.
Y, sí, tenía un par de "puntos cero" (No he conocido un zeitgeist hunter como Coupland). Uno era el supermercado del barrio, en el que me figuraba con mi madre llenando el carrito de latas como hicimos en 1981 cuando el golpe de estado de Tejero. El otro era la parroquia cercana, una un poco catacúmbica enterrada en los bajos de un bloque moderno y setentero. Me la imaginaba llena de vecinos rezando esperando el pepinazo definitivo.
Los protagonistas de La Carretera también tienen un punto cero atómico, que es su casa, desde la que ven los lejanos fogozanos sobre las ciudades.
Antes de leer La Carretera terminé Microserfs de Douglas Coupland. De Coupland sólo había leido un libro antes, hace ya mucho: Generación X. En Generación X el protagonista habla de su "punto cero atómico", el sitio en el que se imagina en el momento de un ataque nuclear.
Yo, hasta 1989, era un chaval bastante, hm, nuclear. Cuando los americanos invadieron Grenada me asomé a la ventana para, al menos, ver caer las cabezas de los MIRV.
Y, sí, tenía un par de "puntos cero" (No he conocido un zeitgeist hunter como Coupland). Uno era el supermercado del barrio, en el que me figuraba con mi madre llenando el carrito de latas como hicimos en 1981 cuando el golpe de estado de Tejero. El otro era la parroquia cercana, una un poco catacúmbica enterrada en los bajos de un bloque moderno y setentero. Me la imaginaba llena de vecinos rezando esperando el pepinazo definitivo.
Los protagonistas de La Carretera también tienen un punto cero atómico, que es su casa, desde la que ven los lejanos fogozanos sobre las ciudades.
jueves, octubre 04, 2007
La Carretera (Cormac McCarthy)
Compré el libro a mediodía. Por la tarde fui a La Oficina de ING a hacer una modesta transacción, tan modesta que no mereció mucha atención del empleado (joven, con una especie de uniforme de Coronel Tapioca). Cuando estábamos terminando el empleado se fijó en el libro, que yo llevaba en la mano por si las colas: "¿Es de McCarthy? ¿No country for old men?". "No, el último, La Carretera.". El chico deja su puesto y me acompaña afuera entusiasmado. Es un escritor fantástico, me dice. Que paisajes. Que lenguaje. Admira el diseño de la portada. Yo le cuento que sólo he leído suyo (y me ha devastado) Meridiano de Sangre. El no lo ha leido en inglés y cree que se ha perdido mucho. Yo sí lo he hecho pero el lenguaje es tan arcano que me he perdido la mitad, eso sí sólo el sonido y el ritmo interno del texto son abrumadores y bíblicos. Luego siempre llega el cine. Me cuenta que ahora van a estrenar una pelicula basada en No country for old men, con Javier Bardem. Le cuento que Ridley Scott queria rodar una sobre Meridiano de Sangre. Los dos esperamos que no lo haga. Todo lo más debería ser algo en colores sintéticos, tipo 300, y aun así no le haría justicia. Es un escritor tan visual que el cine no le puede alcanzar.
Nos despedimos con un apretón de manos en una extraña hermandad literaria. Acabé la novela a la mañana siguiente.
La novela cuenta el camino de un padre y un hijo, empujando un carrito de supermercado, a través de unos Estados Unidos arrasados por invierno nuclear sobre cuyo origen se dan unas explicaciones mínimas. En el paisaje esteril sólo se cruzan con bandas de saqueadores y canivalismo.
El libro es corto, una virtud que le ayuda a impactar sin aburrir.
El estilo de la escritura es bíblico pero mucho más austero que en "Blood Meridian", austero al límite, a veces más allá del límite en las conversaciones. Con este estilo pinta paisajes de una desolación máxima, violencia brutal y desesperación.
Y sin embargo el poso final de la novela es de esperanza, de fé en el ser humano y (en cierto modo) en Dios, y sobre la hermosura de la paternidad. Me ha llegado, me ha gustado mucho y espero recordarla toda la vida.
miércoles, octubre 03, 2007
La carrera de las naciones (o ¿son útiles los países para algo?)
Estimulado por mis detractores pruebo mi propia metodología en otro banco: los países.
Es posible que, efectivamente, la posición relativa de los GDPs PC no sea un buen indicativo de la eficacia de los gobiernos. También es posible que, aún siéndolo, la atonía que achaco a nuestras comunidades autónomas sea un mal universal y que en general los ricos sean siempre ricos y los pobres siempre pobres.
Francamente, esperaba ver en los países algo parecido a lo que había en las CCAAs lo cual produciría un post tremendamente cínico que ya tenía medio preparado. Bien, esta es la gráfica para los principales países industrializados, datos del FMI para 1980, 1993 y 2006.
La gráfica anterior tiene países con maremotos y sin maremotos, con sequías y sin sequías, con olimpiadas y sin olimpiadas. En la siguiente están los países de la zona euro, que están atados economicamente y se mueven en contextos culturales y geológicos muy parecidos.
Así por encima veo movilidad en la "zona UEFA" y "zona Champions" y me atrevería a pensar que, efectivamente, los gobiernos nacionales tienen la capacidad de hacer prosperar o decaer a su país por encima o por debajo de los otros. Curiosamente no hay casi movilidad en la "zona de descenso".
Dejo otras interpretaciones a los lectores.
Es posible que, efectivamente, la posición relativa de los GDPs PC no sea un buen indicativo de la eficacia de los gobiernos. También es posible que, aún siéndolo, la atonía que achaco a nuestras comunidades autónomas sea un mal universal y que en general los ricos sean siempre ricos y los pobres siempre pobres.
Francamente, esperaba ver en los países algo parecido a lo que había en las CCAAs lo cual produciría un post tremendamente cínico que ya tenía medio preparado. Bien, esta es la gráfica para los principales países industrializados, datos del FMI para 1980, 1993 y 2006.
La gráfica anterior tiene países con maremotos y sin maremotos, con sequías y sin sequías, con olimpiadas y sin olimpiadas. En la siguiente están los países de la zona euro, que están atados economicamente y se mueven en contextos culturales y geológicos muy parecidos.
Así por encima veo movilidad en la "zona UEFA" y "zona Champions" y me atrevería a pensar que, efectivamente, los gobiernos nacionales tienen la capacidad de hacer prosperar o decaer a su país por encima o por debajo de los otros. Curiosamente no hay casi movilidad en la "zona de descenso".
Dejo otras interpretaciones a los lectores.
martes, octubre 02, 2007
lunes, octubre 01, 2007
La carrera de CCAAs (o ¿sirven las autonomías para algo?)
El otro día oía a nosequien decir que si Ibarra había metido a Extremadura en la modernidad. Y me pregunté ¿Sí? ¿Los presidentes de las comunidades autónomas has supuesto alguna diferencia para ellas? ¿Cómo se puede medir ésto?
En 30 años ha habido muchos gobiernos en las comunidades. Unos se supone que han sido buenos, otros se supone que han sido malos, de manera que unas comunidades habrán mejorado y otras habrán empeorado. Si los gobiernos de las comunidades son realmente importantes las mejoras y peoras de las comunidades habrán sido realmente importantes.
Claro, ¿como diferenciar la mejora individual de cada comunidad de la marcha general del pais? He hecho una cosa, que es ver como han evolucionado las comunidades desde 1980 hasta ahora. Como medida he tomado la renta per cápita, más o menos calculada como he podido. Me sale la gráfica adjunta.
Resumiendo, estas son las variaciones que ha habido de 1980 a ahora (2006):
* Madrid y Castilla y León realmente han subido mucho.
* Baleares y Aragón han adelantado a La Rioja y Cantabria.
* Asturias ha adelantado a Murcia
* Galicia ha adelantado a Castilla La Mancha.
* El resto siguen igual, en las mismas posiciones en que salieron (P.Vasco, Navarra, Cataluña, Valencia, Canarias, Andalucía y Extremadura)
A raiz de los comentarios aclaro mi punto: A lo largo de 27 años las distintas comunidades siguen más o menos igual. Las que eran pobres, siguen siendo pobres. Las que eran ricas, siguen siendo ricas. Da igual que las gobiernen barones, tripartitos, pentapartitos, la izquierda, la derecha o el sursum corda. De aquí se puede deducir o bien que todos los gobiernos autonómicos son más o menos igual de capaces o incapaces, o bien que no tienen (o no emplean) una capacidad real de hacer diferencias.
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