En este conocido haiku vial brilla una chispa de ironía:
No pierda
puntos.
Por favor.
El rapsoda cuidará especialmente los aspectos rítmicos del siguiente poema:
Campaña de.
Control de.
Velocidad.
El publico, emocionado, se limitará a aplaudir con contención, permitiendo que algunas lágrimas azuladas inunden sus ojos.
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