Ayer leí la composición del Dalsy, el anitipirético por excelencia para bebés que además "les ayuda a dormir". Y tanto. El Dalsy es IBUPROFENO. Mis conclusiones:
a) Lo bueno del Ibuprofeno no es que no te duela, es que no te importa que te duela.
b) Habría que rastrear los indicios de ese comportamiento quimicamente inducido a lo largo de los comportamientos públicos y privados de nuestra sociedad.
c) Sabemos lo que va a salir, aceptémoslo: vivimos en un mundo regido por el Ibuprofeno.
d) ¿Qué pasará cuando nuestros hijos, embebidos en Ibruprofeno desde la cuna, se hagan mayores?
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