jueves, agosto 31, 2006

Si no lloviera nada, habría que abandonar Madrid el:
1 de Agosto de 2.007
 
Explicación: Madrid consume cada semana el 1% de su reserva hídrica.
Es enfermizo cagar en el trabajo.

(Mathias Astringentes, de la escuela de pensamiento chesa. Circa 1.523)

En el Parque (I)

Los parques con columpios se prestan a todo tipo de problemas sociales, para niños y padres.

El otro día, Domingo por la tarde, bajo con la niña al parque. Además del equipamiento básico (cubos, palas) bajamos el flamante regalo que la traje de Brasil: un baloncito de fútbol bonito, amarillo brillante, de Nike de los buenos. El orgullo de todo padre futbolero.

Estamos excavando agujeros. Se acerca un niño, de unos cuatro años, cuya madre postadolescente obesa y fumadora está en la otra punta del parque contándole nosequé desventuras a otra amiga suya, también postadolescente de las de ombligo al aire y con pirzin. El niño coge la pelota (nuestra pelota) y se va dándole patadas. La madre pasa de todo. Parece que la madre confía la vigilancia de su hijo a Dios, al Angel de la Guarda o al colectivo de los demás gilipoyas que vamos al parque.

Mi niña amenaza con enfurecerse y pegarle un mordisco al crío pero yo, padre de aspiraciones modernas, impregnado de un progresismo social, le digo "No te enfades, déjale la pelota que hay que compartir..."

El crío empieza a intercambiar chuts y regates con otro niño, chuts que vigilo preocupado porque la pelota me costó una pasta. A los quince minutos de ansiedad me doy cuenta de que mi niña también ha dejado la pala y mira con envidia a los futboleros.

Yo quiero fomentar esta afición (es obvio que el fútbol femenino acabará triunfando). Así que me acerco al chaval:
- Oye, chaval - yo en plan enrollado - ¿le dejas jugar a la nena?
- No.
- Pero... es que le gustaría jugar un poco.
- No.
- Pero ¿de quien es la pelota?
- De la nena - jodé, que cabrón -
- Entonces...
- Pero es que estoy jugando yo.

Hasta aquí llega mi conciencia social. Ha llegado el momento de la venganza con ricochet.
- Oye, nene, ¿donde está tu mamá?
- Es aquella - y señala, logicamente, a la remota postadolescente con lorzas.
- Pues mira, cuando llegues a casa, le dices "Puta".
- ¡¡¡ Uaaaaaaahhh !!!! ¡Yo no digo eso! - Y se fue corriendo y llorando.

Al menos recuperé el balón.

viernes, agosto 25, 2006

Plutón-Alderaan

Esto de la súbita desaparición de Plutón de entre los planetas me recuerda a la destrucción de Alderaan por la Estrella de la Muerte. Pero esta vez los guardias imperiales son astronomos barbudos en vaqueros que navegan por Internet mientras el ponente presenta algún inane PowerPoint.

"Siento una perturbación en la Fuerza..."

jueves, agosto 24, 2006

Ibuprofeno en la cuna

Ayer leí la composición del Dalsy, el anitipirético por excelencia para bebés que además "les ayuda a dormir". Y tanto. El Dalsy es IBUPROFENO. Mis conclusiones:

a) Lo bueno del Ibuprofeno no es que no te duela, es que no te importa que te duela.

b) Habría que rastrear los indicios de ese comportamiento quimicamente inducido a lo largo de los comportamientos públicos y privados de nuestra sociedad.

c) Sabemos lo que va a salir, aceptémoslo: vivimos en un mundo regido por el Ibuprofeno.

d) ¿Qué pasará cuando nuestros hijos, embebidos en Ibruprofeno desde la cuna, se hagan mayores?

miércoles, agosto 23, 2006

Una flor de la máquina de café

Oído al aire:

"Pero a tí, la fórmula esa de fuerza igual a masa por aceleración, ¿que aplicación te parece que puede tener?"

Billar-playa

Campo de juego: Una playa o un jardín. Los muebles, sombrillas, toallas o niños correteando se consideran elementos del campo y su intervención un azar del juego.
Número de jugadores: de uno en adelante.
Elementos: Tres balones de playa. Pueden ser de tamaños y pesos distintos.
Desarrollo del juego: Cada jugador, por orden, golpea uno cualquiera de los balones con el pie.
Puntuación: Si el balón golpeado por el jugador golpea a los otros dos ("carambola") el jugador se anota un punto. A diferencia del billar de mesa el jugador que realiza una carambola no repite chut.
Duración del juego: hasta que haya que ir a merendar.
Ganador: El que más puntos consiga.

Druso

2.005: El Gobierno legaliza un millón de inmigrantes.
2.006: El Gobierno propone darles el voto.
Se parece demasiado a la historia de Marco Livio Druso tal y como la cuenta Colleen McCullough en "La corona de hierba". Es una ampliación brutal del censo para crear una clientela decisiva (¿qué puede pasar en ciudades como Barcelona, Valencia o Madrid?)

Yo creo que sí que hay que dar el voto a la población inmigrante (total, si puede votar Otegui) pero esta concesión, con estas dimensiones, se debería hacer como un asunto de estado, quizás incluso con referendum de por medio, y nunca como una maniobra partidista.

martes, agosto 22, 2006

Más de inmigrantes y Canarias

Más de lo mismo:

Me cuenta una conocida que le cuenta una amiga suya, que representa a una empresa farmaceútica en Canarias, que la venta de medicamentos contra el SIDA se ha disparado para atender a los inmigrantes. Parece ser (o podría ser) que muchos/bastantes de los inmigrantes padecen esta enfermedad y en España se les trata automaticamente. Esto explicaría porque estos inmigrantes se exponen a un viaje tan horripilante.

Y también explicaría porque el Gobierno canario está tan asustado con la entrada de un número de personas que, así sobre el papel, parece irrisorio. La policía declara que el 30% de los que llegan están enfermos de SIDA, hepatitis C o tuberculosis. Un 30% de inmigrantes infectados de SIDA (cota superior) supondrían un coste de tratamientos de unos 200 millones de euros anuales (a unos 20.000 euros por enfermo y año) que es casi el 10% del presupuesto anual de sanidad de la comunidad canaria (2.229 millones) y el 3,4% del presupuesto total de la misma.

Gugleo un poco y encuentro ésto, de donde tomo algunas cifras.

De ser cierto todo ésto sería un caso pasmoso de pudor de la prensa y los políticos.

Cada palo que aguante su vela

Se quejan los canarios de la "avalancha" de inmigrantes que llegan en patera. A este paso se espera que reciban este año unos 25.000 inmigrantes. Razono:

Según Caldera en 2.003 entraron en España 600.000 inmigrantes (y sólo podemos suponer que ese número es mayor en los años siguientes, efecto llamada, etc...). Dado que los canarios son, aproximadamente, el 4,1% de la población, les deberían tocar 24.600 inmigrantes.

Así que no tienen porque quejarse, al fin y al cabo les toca la parte proporcional. Y encima los "forwardean" a la península con cargo al erario público.

lunes, agosto 21, 2006

Era una de esas personas respetuosas, de las que se interesan por tus
planes utilizando el imperativo.

jueves, agosto 17, 2006

Más haikus de la DGT

En este conocido haiku vial brilla una chispa de ironía:

No pierda
puntos.
Por favor.

El rapsoda cuidará especialmente los aspectos rítmicos del siguiente poema:

Campaña de.
Control de.
Velocidad.

El publico, emocionado, se limitará a aplaudir con contención, permitiendo que algunas lágrimas azuladas inunden sus ojos.

miércoles, agosto 16, 2006

Los haikus de la DGT

Cuando uno va por las autovías de España se va encontrando carteles luminosos flotando por el aire con mensajes cortos que nos dedica la DGT. Estoy llegando a la conclusión de que en realidad estos mensajes son poemas en verso libre, versículos de la conducción, haikus de la autovía.

Por motivos obvios no he podido anotarlos pero he memorizado uno, el más bonito:

"Cuarenta y ocho muertos
mismo puente
año pasado."

El tono me recuerda unos versos de Kavafis (que en su traducción al español, por fuerza, también resultan libres):

"...
Como han pasado las horas
Como han pasado los años."

Es importante no tener pasado, ni siquiera el de un patio de colegio.(?)

Desde el filo del bosque de Chinon

Escribo estas lineas desde un Gite ruraux situado en la estrecha franja que queda entre el bosque de Chinon y los viñedos del valle del Loira, A.O.C. etc... Todo es tan estupendo (casita de piedra con jardín, columpios e incluso gruta calcarea propia, vistas sobre los viñedos y el valle del Vienne) que me siento británico. Me faltan unos cuantos centímetros de altura, me sobran unos cuantos de grosor, tampoco tengo una bonita mata de pelo rubio semiondulado pero intento respetar lo de los mocasines y los pantalones cortos camel o los largos de loneta.

Este es, de acuerdo a la guía, el pais de Rabelais. Rabelais escribió, más o menos a la vez que Cervantes, sobre dos gigantes enormes que comían mucho y libraban guerras por los panecillos de mantequilla. Rabelais, a mi modo de ver, ennoblece a Cervantes. El Quijote es más importante si se sabe que a la vez lo máximo que daban de sí los franceses eran las flatulencias de Gargantua y Pantagruel. Es lo mismo que le sucede a Gaudí pero al revés, que cuando uno sabe que es contemporaneo de Lloyd Wright o de los rascacielos de Nueva York pierde todo su atractivo.

Con las entrañas de un campesino

Esta tierra tan exhuberantemente rica remueve las entrañas del campesino que llevo dentro. Los trigales gordos, las viñas apretadas, el vino suave, los girasoles subvencionados... Es un paisaje hermoso y fertilísimo que me provoca dos dudas:

¿Desde cuando es tan rico este campo? Está claro que en la Edad Media ya había tortas por él, por eso tanto castillo, los Anjou, los Capeto, Valois, Plantagenet y todos los demás amigos. Pero, ¿anteriormente?. En el mundo antiguo la riqueza y la civilización estaban en Grecia, Turquía, Siria, Italia o España. Por aquí correteaban los galos en pelotas, persiguiéndose las hambres y miserias. ¿Que pasó entre tanto? ¿Me creo la historia esa del arado grande qué creó un vergel en medio de las tierras salvajes? ¿Algo de cambio climático? ¿Una vez que se vistieron y dejaron de matarse los celtas resultaron una gente industriosa? La pregunta es para el viscoso Mr. Diamond.

La segunda pregunta la hace ese economista frustrado que todos los ingenieros llevamos dentro: ¿Porque es tan rico y tan hermoso este campo HOY? Y me explico.

Igual que hay motivos objetivos para que los Alpes sean las montañas más bonitas del mundo este campo es muy bonito objetivamente, como el de la Toscana. Los latifundios españoles o americanos pueden tener ese brutal encanto de lo tocho. Las terrazas de Perú o los prados pindios del Pas brillan con el interés de lo acrobático. Pero estos campos, como ya digo y mantengo, son objetivamente bonitos. En ellos (como en la Toscana) se suceden pequeños bosques, sotos, setos y explotaciones mínimas sobre colinas ondulantes.

La sabiduría común atribuirá éste hecho, supongo que acertadamente, a las ayudas comunitarias, es decir, al generoso esquilmamiento del bolsillo de los demás ciudadanos europeos. Sin esta feliz sangría supongo que los agricultores franceses tendrían que vender las tierras para urbanizaciones o campos de golf. Vale. Es el hecho aceptado. Me lo creo. Pero me queda una duda, ¿que sucede con el vino?

Las bodegas de esta tierra son mínimas. No "pequeñas", no "poco pretenciosas". No, son mínimas. Mientras que las bodegas en España son conjuntos de naves descomunales que juntan la uva de miles de hectareas aplicando técnicas semiindustriales, y se acepta que esta es la única manera de tirar hacia adelante al borde mismo de la quiebra, las bodegas del valle del Loira son explotaciones familiares que vienen a ocupar lo que un garaje grande poco más o menos. Cada casa debe de envasar el vino de como mucho 10 hectareas (ahora entiendo un cuento cruel de Dahl, sobre una botella de vino procedente de un determinado terreno junto a cierto chateau, que hasta ahora me resultaba excentricamente refinado). Y aun así por lo que parece se vende y se vende bien a un precio más barato que el del vino español. Y que yo sepa el vino no recibe ayudas.

Ojalá mi duda fuera razonable.

Niñas y castillos

Definitivamente hay dos cosas estupendas para llevar de vacaciones a un crío de año y medio. Una es la playa. La otra, castillos. Castillos con salas enormes (cubiertas, sin sol, sin lluvia) de suelos lisos (sobre los que correr) con tapices de leones, caballos y peces colgando de las paredes.

De guías a Juana.

Las guías turísticas hablan casi siempre más del que las escribe que de su propio tema. Alguien debería escribir una "guía de guías" que explicara que relación hay entre los gustos españoles y los de, pongamos por caso, la guía Michelin que tiene demasiado gusto por los jardines y no destaca los lugares que un español llamaría "auténticos".

De nuevo, lo más extraordinario del Loira para un español no son los castillos sino los paisajes. Los castillos se parecen demasiado a los de Disney. Sospecho que Disney acabó premeditadamente (y quizás con el apoyo de la CIA) con la "Chateaux of the Loira Experience".

Menos el de Langeais, claro. Aquí parece que cuando se levante el puente levadizo nos vamos a encontrar a la Juana de Arco de Besson atada a su hoguera.

Que personaje, Juana de Arco. Que extraordinaria su aventura. Lástima que el partisanismo furibundo se empeñe en quemarla siglo tras siglo (ingleses, alemanes, ateos...)

Una adolescente perturbada llega a una corte escéptica y agónica, en un reino que se acaba. En pocos meses da la vuelta a una guerra de más de cien años, pone en órbita a todo un pais y de paso resucita para siempre la sutil táctica insignia del ejército frances: la carga frontal. La historia de Juana de Arco habla mucho del corazón humano. Como Napoleón, Juana da un aldabonazo a la puerta de la voluntad y la ilusión.

martes, agosto 01, 2006

El era un necio, un idiota que se creía algo por tener un portátil y viajar en avión.