Este es el patético estado en que quedó mi papeleta del Senado. El sobre se me rasgó, tuve que dejar el DNI en prenda, coger otra papeleta, hacer mil dobleces a ver si daba con el algoritmo bueno y volver a votar, todo bajo la vigilancia de la apoderada del PSOE que estaba de uñas. La hoja del Senado por Madrid era una sábana inmanejable, imposible de doblar.
He comparado los resultados de Madrid para el Congreso y para el Senado. Veo que hay el doble de votos en blanco para el Senado que para el Congreso (gente que se olvida de tachar las casillitas) y cuatro veces más votos nulos (me imagino que gente que tachó las cuatro casillas de UPyD, fantástica la cagada de este partido) Y lo mejor de todo, lo más irregular: ¡Hay unos 20.000 votos más para el Senado que para el Congreso! (2.534.000 frente a 2.510.000)
Pero estas anormalidades no le preocupan a nadie. Al fin y al cabo, el Senado no vale para nada.
2 comentarios:
Lo mismito pensé yo... ¿no puede hacerse lo mismo que pal congreso? ¿es por ahorrar papel?
UPyD puso 4 a posta... de hecho el Pombo o no se cual de los 4, había declarado que si salía senador menudo disgusto...
La papeleta del Senado es un conmovedor alegato contra las listas abiertas. Aparecen ahí cien tíos. ¿Conoces a alguno? ¿Realmente hay alguna diferencia entre María Rosa Vindel y Alejandro Muñoz-Alonso Ledo (PP)? ¿Hierves de alegría al poder votar a Rafael Koldobika Polo Guardo en vez de a Aurora Rodriguez Cabezas (IU)? ¿Se te rasgarían las carnes de dolor si por elegir a Macarena Elvira Rubio tuvieras que dar tu resignado voto a Luis Fernández Santos (PSOE)?
Lo que podían hacer era poner una urna o una papeleta normal y luego otra para frikis de la democracia.
Publicar un comentario