En cuanto al estilo, o la técnica, que es la mayor preocupación de la escritora, yo la definiría como de un psicologismo adolescente. Irene, por su experiencia personal, no tiene la altura humana de un Zola, de un Tolstoi, de un Cela, para interpretar los razonamientos de sus personajes.
El premio que ganó en Francia la media novela viene, en mi opinión, de la circunstancia personal de la autora. Lo cual por otra parte no justifica nada.
Sin embargo la historia extrapsicológica, lo que les pasa a los personajes, si es interesante. Una narración "in medias res" de la derrota francesa. Contada desde dentro, cuando aun no se ha firmado la paz, no se sabe nada de los campos de concentración, no hay vencedores morales ni Nurembergs... y la narración de Irene Nemirovsky iliustra un punto que yo creo importante en estos días:
Todos los que hemos jugado al Successors, al Maquiavelo o al Diplomacy sabemos que siempre el vencedor de una guerra es el que no la combate, que es peor luchar una guerra que no lucharla. La novela enseña como, todavía peor que lucharla, es perderla.
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