lunes, mayo 25, 2009

Ponyo en el acantilado



Esta es una película de dos niveles.

Por un lado para el aficionado al manga la película es una fiesta visual total. Propone una estética específica, entre infantil y oriental, que se superpone a la imagen del manga más perfeccionista. Estoy hablando de las imágenes de los barcos y los peces gigantes. Es el tipo de propuesta visual (de colores y formas) que igual nos encontramos dentro de un año en los anuncios de compresas.

Por otro lado para los niños pequeños la película es muy agradable. No hay violencia patente y sí muchas referencias a la vida que conocen (los fideos, el jamón, la guardería). Para ellos un pez que habla es tan normal como un fideo que se ablanda. (Creo, digo yo, que para los críos el mundo es un contínuo mágico. E igual para los mayores, lo que pasa es que estos son vanidosos y lo disimulan)

Para los que están entre unos y otros (entre los niños y los frikis, si es que hay un espacio intermedio) la película no tendrá ni pies ni cabeza: hay unos peces con cabeza de niño que son hijos de un sucesor del barón Assler y de una diosa marina, hay magia, hay experimentos genéticos, hay un tsunami tipo "Akira" con peces gigantes en vez de olas sobre los que corre una niña pequeña partiéndose de risa y hay un montón de peces prehistóricos nadando entre los bosques de Japón.

Por cierto:

2 comentarios:

El Polemarca dijo...

La vi com mi hija. Visualmente buenísima, pero el guión queda a mi parecer como una especie de forzado compromiso entre los tiempos que corren (El viaje de chihiro, el castillo ambulante) y sus origenes (Heidi), quizá por eso se hace larga para menores y mayores, unos por no entender que pasa a pasar de todo y los otros por preferir no entenderla (como en el castillo ambulante o el viaje, donde el enigma hipnotiza).
En ese sentido me pareció más acertada otra peli de Yamazaki de hace unos años: "mi vecino Totoro"

vancook dijo...

¿Guión? ¿Entender la historia? Afortunadamente hice "click" a los treinta segundos de empezar.

A nosotros se nos hizo corta. Y me apunto la de Totoro para ver si la llevan a la Biblioteca.