Lo hemos visto en el ayuntamiento no porque en el pueblo haya buen ambiente (que parece que lo hay) sino por un problema político-electromagnético.
El repetidor tradicional del pueblo está en el alto de Guarramillas (conocido comercialmente como la Bola del Mundo). Este repetidor difunde sólo los dos canales de TVE y TeleMadrid. En un pueblo vecino más grande y desarrollado, situado bajo el propio Guarramillas, han colocado otro repetidor que difunde las señales de Antena 3, Tele 5 y Cuatro. Esta misma señal llegaría a nuestro pueblecito sin problemas mezclada con la de Guarramillas. Pero los del otro pueblo se negaron a compartir la señal si las demás poblaciones no colaboraban en el pago de la estación. Como no lo hicieron (no sé si por tacañería, descoordinación o rebeldía frente a esta tasificación bucanera del espacio electromagnético) el pueblo vecino ha ocultado la señal al resto del valle.
Ahora para poder ver en el pueblo todas las cadenas nacionales hay que instalar dos antenas, una mirando al Oeste, a Guarramillas, y otra al Este, donde un tercer pueblo no ha querido poner puertas al campo de su propio repetidor. Luego hay que instalarse en casa un mezclador de señal, que es un aparato que parece salido de la NASA o de "Espacio 1999", lleno de lucecitas e interruptores. Algunas familias lo han hecho pero otras, la mayor parte, no y han tenido que elegir uno de los dos juegos de canales.
Por eso estaba ayer tan lleno el pequeño salón de plenos, desbordándose la gente hacia el balcón municipal. Al acabar el partido tiraron cohetes y repicaron las campanas de la Iglesia.
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